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La Calle de los Doncelos
Por el Changoleón

 

 

Así como en un principio la calle de Madero se
llamaba Plateros y vendían plata, “la calle de
pañeros”,- hoy república de Chile-, sigue vendiendo
vestidos y se le conoce informalmente como “la calle
de las novias”; así la calle de Donceles (masculino de
doncellas) siempre estuvo y está lleno de jóvenes.
Donceles tuvo gran importancia y fue de las
primeras en construirse luego de la Conquista. La
casa de Axayácatl estaba enfrente a los Calmécac qué
como bien saben eran las escuelas para los jóvenes
Aztecas y uno de sus pasillos dio vida a la calle de
Donceles, también se dice que el nombre de la calle
se refería a los donceles o jóvenes nobles que paseaban por la zona,
mismos que estaban
a h í  e s t a b l e c i d o s
hacia 1524, cuando
vivían en ella ocho
jóvenes -de ahí la
palabra Doncelesfamosos por sus dotes
de galanes, tanto que,
ante los reclamos de
maridos y padres
alarmados tuvieron
que regresar a España.
Más tarde, Donceles
fue parte del barrio universitario y la calle de los
contemporáneos, grupo de escritores entre los que se
encontraba Salvador Novo y Xavier Villaurrutia. En la
esquina de Donceles y Argentina, en un quinto piso
vivieron Villaurrutia, Novo y su pareja, apodado La
Virgen de Estambul (se cree que tal vez era Octavio
Paz) a los tres les apodaban Las chicas de Donceles,
por lo tanto era también la calle de las doncellas.
El escritor Carlos Fuentes la menciona en su novela
Aura, que significa “un viento suave y apacible”,
también significa “atmósfera irreal que rodea a
ciertos seres”. Quizás la calle sea tan novelesca como
visitar a los amigos de la “Unión de Trabajo
Autogestivo” en su bar en el número 56 de la Calle
Donceles, dónde mientras pido una cerveza me sirve
una chica de aspecto intemporal llamada Aura,

parte del texto publicado en la revista impresa
ya en circulación.

 

 

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